lunes, 22 de septiembre de 2014

Los engaños de la pseudociencia

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Horóscopos

Aries


Predicción para hoy 22 de 09 de 2014

Ha llegado el momento de seguir adelante. El momento de soltarse. El momento de marcar un límite. El momento de empezar un nuevo capítulo. El momento de volver a empezar. El momento de dar la bienvenida a lo nuevo. El momento de despedir a lo viejo. Es también el momento de dejar de pensar en qué clase de momento es éste y de seguir haciendo precisamente lo que se tiene que hacer. No es necesario hacer ningún gesto gigantesco. Si esta semana del equinoccio te centras en lo que es positivo e inspirador, acabarás estando en el lugar en el que tienes que estar, en una posición privilegiada en lo que quiera que ahora necesites dejar atrás.

Aries

Amor

No busques fantasmas donde no los hay, esto te puede llevar a obsesionarte por cosas sin fundamento.

Salud

Aunque estés de vacaciones no debes hacer cosas que perjudiquen tu ritmo normal de vida.

Dinero

Puedes tener algunas alegrías a nivel laboral aunque te tocará realizar algunos ajustes.

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Diferencia entre opinión, descripción de hechos, interpretación de resultados y exposición de hallazgos científicos.

Los límites de la ciencia

De Dios y la ciencia

Que dice Stephen Hawking que Dios no existe. Titular. Portada. Reivindicación del ateísmo. Forofos a un lado. Indignados al otro. Sin entrar en las  razones de Hawking, cuya brillantez intelectual no se cuestiona, creo que hay un punto en el que el ateísmo pide un salto al vacío no menor que la fe. Y que lo de la ciencia y la religión no es tan solo un debate (como plantean muchos), sino un diálogo. Que hay muchos hombres y mujeres de ciencia que son creyentes. Que hay otros muchos que no. Que el discurso que contrapone razones y creencia puede ser muy simplista, si se reduce a afirmar que quien cree lo hace basándose únicamente en intuiciones atávicas, en miedos milenarios y en los residuos de una época precientífica, y quien no cree lo tiene muy pensado. Me temo que de todo hay en todos los frentes, pensadores y cencerros.
 
Muchos han querido matar a Dios. La primera oleada de ateos en nombre de la ciencia –allá por el siglo XIX–fue mucho más interesante que esta segunda, encabezada por Richard Dawkins (el de “Probablemente Dios no existe, así que disfruta de la vida”), a quienes hace un par de años John F. Haught dio un buen repaso en su libro “Dios y el nuevo ateísmo".
 
En todo caso, declaraciones como las de Hawking siempre son un estímulo, una provocación y una pregunta. No para cerrarnos en banda, cada quién con nuestras convicciones, sino para atrevernos a dudar. Y desde ahí, nunca dejar de intentar seguir aprendiendo, hasta donde podamos, sin desechar, sin más, las declaraciones que no nos gustan con un manoteo displicente.
 
José Mª R. Olaizola sj